Teri-E Belf es la primera Coach del mundo que ha recibido las credenciales de MCC (Master Certified Coach) de la ICF (Federación Internacional de Coaching).
Es una pionera del Coaching y ha contribuido activamente al desarrollo de la profesión desde la creación de sus bases.
En 2018, la ICF la honró introduciéndola en el prestigioso Círculo de Distinción por haber construido su carrera de coaching sobre un intenso compromiso de aplicar la autorreflexión, el crecimiento personal y las lecciones aprendidas a su negocio. Belf reconoce y aprecia el valor del coaching y se lo toma en serio, pero dice que es necesario recordar que hay que adoptar un enfoque alegre y desenfadado.
Teri-E lo comentó así:
"Estoy orgullosa de ser miembro de la ICF, ya que he ejercido la profesión incluso antes de que la ICF fuera una organización mundial. Recuerdo que me levanté con la pasión palpitante para decir a un grupo de más de 250 entrenadores que teníamos que crear una profesión. Cuando miré al presidente y le oí decir: 'Vale, Teri-E, hazlo', supe que surgiría algo increíble y maravilloso. Y así fue", dijo.
Reflexionando sobre sus partes favoritas del coaching con espíritu a lo largo de los años, Teri-E contó una historia sobre una clienta que creía que era muy ordinaria y no había nada que Teri-E pudiera hacer para convencerla de lo contrario. Teri-E, una experimentada MCC, probó una de sus tácticas más "extrañas".
"Mi formación no me había preparado para esto. Me encontré con mi varita de Campanilla. (Tengo muchos artilugios y juguetes en mi despacho.) Sentí como si algo se moviera en mí y me dijera lo que tenía que hacer y decir. Seguí el impulso y le pregunté a mi cliente si estaba dispuesta a arrodillarse frente a mí. Lo hizo. Cogí la varita y le di unos ligeros golpecitos en el hombro izquierdo y le dije: "Eres normal". Luego le di un golpecito en el hombro derecho diciendo lo mismo. Luego volví a su hombro izquierdo y dije: "Aquí hay un extra-ordinario". Los dos nos detuvimos y nos miramos, con los ojos abiertos de par en par, y empezamos a reírnos a carcajadas. Ella se volvió a poner "Extra-ordinario", y eso fue todo".
